miércoles, 23 de octubre de 2013

Dos buenas historias de logos

Todo estudio de diseño que se precie tiene más de alguna buena historia acerca de los logotipos que le ha tocado realizar.
 
Lamentablemente -por confidencialidad o simplemente por decoro- la mayoría no se puede contar.
 
Sin embargo, hay oportunidades en que vale la pena compartir el desarrollo de un proyecto!
 
Nuestra editora Ana Busch, de Casa Amarelinha, nos llamó hace unos meses para encargarnos el diseño de dos logotipos: uno para su nuevo proyecto editorial, Tuva, y otro para Caio Vilela, fotógrafo de viajes y de la editorial.
 
Caio Vilela ha viajado prácticamente por todo el mundo. Sin embargo, el sitio que le faltaba, el lugar al que soñaba viajar, era un pequeño y enigmático país situado en la parte meridional de Siberia: la República Tuvá.
 
Toda la historia de Tuvá es extraordinaria y está llena de personajes: fue conquistada por el legendario Genghis Khan, parte del Imperio chino, y luego territorio protegido por la Unión Soviética.
Hasta hoy, su pueblo conserva particulares fiestas tradicionales -como la de lucha libre, que se hace en el Festival Anual de Naadym-, existen chamanes y una técnica vocal especial, sólo de esa zona, que se llama canto difónico o canto de garganta.
 
Todo eso debía estar presente en el logotipo de Tuva; algo que fuera mágico, antiguo, con historia.
Nos pusimos a proponer ideas....
 
 
 
 
 
 
 
Al final, la propuesta aprobada fue la de encima: el jinete sobre el caballo, en la noche estrellada de Tuvá.
 
Para el segundo encargo, el logotipo para el fotógrafo Caio Vilela, comenzamos desarrollando ideas relacionadas con la fotografía.
Una de sus pasiones es la de fotografiar personas de todas partes del mundo jugando fútbol, así que él quería, expresamente, que en su logotipo apareciera algo relacionado a un jugador, una pelota, una cancha, una red, algo.
Y en eso estábamos, precisamente, cuando recibimos un urgente mail, de algún remoto confín del mundo, que decía: "Lo tengo".
 
Había pasado lo siguiente: el bebé de unos amigos de Caio había vomitado ese día sobre su camiseta, y la figura que se había formado era la de un jugador con su pelota!!!!
 
Fin de las búsquedas; adaptamos un poco la figura, limpiamos la foto, y ya!
Teníamos logo!!!!
 
 
 
 
 
 
A veces el proceso creativo de un diseñador es largo, estructurado y hasta tedioso...
 
¡Pero no siempre! (y esa es la parte entretenida de la profesión!)
Hay veces que las ideas aparecen como el conejo en la chistera: saltan del lugar más inesperado!
 
Y quedan muy bien, incluso impresas -con amor y entusiasmo- por la propia familia del fotógrafo y la editora!
 
 

 
(Mil gracias, familia Vilela/Busch!)


2 comentarios:

  1. que hermosa historia! infinitamente inspiradora.
    desde ayér los sigo y me parecen geniales, creo que el giro de off cuidad que dieron es el que me viene a mi ahora, diseño, arte, vida conciente es la fórmula.
    gracias en esta maniana en que la luna azul ha iluminado otra parte del camino.
    un abrazo y todos los éxitos!
    Caro.

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    Respuestas
    1. Mil gracias a ti, Carola, por escribir!!!!
      Y encantadísimos de estar en contacto!
      (Y ánimo... hay vida FUERA de las ciudades!)
      Un abrazo, Joanna

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